jueves, 4 de diciembre de 2008

LA EDUCACION Y EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

Por: José Antonio Márquez

 Los problemas ambientales cada día son un tema común dentro de nuestra vida cotidiana y es un reto para la humanidad enfrentarlos. En los medios de comunicación, se advierte de las consecuencias que tiene el deterioro del medio ambiente para el ser humano, tanto para su salud como su permanencia general en este planeta, según la investigación científica.

Por medio ambiente entendemos, a un conjunto de  factores tanto abióticos como bióticos, que incluyen  agua, temperatura, luz,  suelo, aire, vegetación, fauna, los cuales se encuentran intimimamente ligados conformando un todo. Sin embargo Novo (1996) considera que el medio ambiente no esta conformado únicamente por elementos naturales, si no también por aspectos sociales y aspectos económicos.

Los humanos desde que aparecieron en este planeta han hecho uso en diferente medida de los diferentes componentes del medio ambiente, para satisfacer sus necesidades convirtiéndolos en recursos. El impacto de la transformación del ambiente por la actividad humana se ha venido dando a través del tiempo en diferente intensidad, determinada por la tecnología disponible hasta ese momento y el número de humanos; Desde que eran nómadas, los seres humanos tenían que cazar y recolectar su alimento y satisfacer sus necesidades de vestido, lo que implicaba explotar recursos naturales.

Conforme se fue haciendo sedentario, se fueron estableciendo las culturas o civilizaciones, cuya característica era un incremento en el número de habitantes, lo que implica una mayor demanda de recursos por parte de la población y una presión sobre los mismos.

 Sin embargo el impacto del ser humano en la etapa de nómada y en sus primeras manifestaciones sedentarias sobre el medio ambiente era mínimo. Con el desarrollo de la ciencia y la tecnología y el crecimiento exponencial de la población mundial, el impacto sobre el medio ambiente asoma sus consecuencias; Actualmente, derrames de petróleo, remoción de la vegetación natural producto de la expansión de las fronteras agrícolas y ganaderas, introducción de especies exóticas, quema de combustibles fósiles, descargas de desechos en suelo y agua entre otros, actúan con fuerte presión sobre los componentes del medio ambiente, causando la extinción de la biodiversidad e incrementando los niveles de temperatura del planeta.

Un informe del Club de Roma en 1972, marco una pauta en la que por primera vez se establecieron las posibles consecuencias ambientales asociadas al crecimiento de las poblaciones y sus estilos de vida. Pese a  las críticas recibidas el informe abrió una puerta institucional para abordar el problema, y en el mismo año se celebro la Conferencia de Estocolmo para el  medio ambiente, en la que estuvieron representantes de diferentes países  que plantearon asuntos relacionados con el hombre y su ambiente.

Con el objeto de abordar los problemas ambientales del planeta, en 1987 en la ciudad de Brundtland se forma una comisión con diferentes actores de diversos países; la reunión bajo el nombre de "Futuro común" concluye que es imprescindible vincular los problemas ambientales con la economía internacional, y sobre todo con los modos de desarrollo (Novo, 1996).

Además de esta reunión, surge la propuesta del desarrollo sostenible, el cual definen como aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de generaciones futuras.

A final de cuentas las consecuencias o presiones sobre el medio ambiente terminan afectando a la sociedad en diversos aspectos. Es importante formar una sociedad con mayor cultura ambiental, que asuma responsabilidades (en términos de consumo y uso de energía).Para lograrlo se tiene que tomar una estrategia, que es la educación, en todas sus  derivaciones tanto formales como no formales (Guillen, 1996).

A finales de 1960 y principios de 1970, surge un movimiento abanderado por una participación importante de organizaciones no gubernamentales y de educación no formal denominado educación ambiental, e inmediatamente establecieron iniciativas y acciones en colaboración con la educación formal, con el objetivo de confrontar el deterioro ambiental (Tello y Pardo, 1996)

La educación ambiental, se presenta como una concepción   integradora en las propuestas educativas dirigidas a la sociedad, y se define como las necesidades de reconocer valores, aclarar conceptos y fomentar actitudes y aptitudes con el fin de comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, la cultura y el medio (UNESCO-PNUMA, 1987). Una de las funciones de la educación ambiental, consiste en la enseñanza de juicios de valor y en la necesidad de razonar problemas complejos (OEA, 1971 en Guillen, 1996).

La educación ambiental es un proceso de aprendizaje permanente en el que se manifiesta un respeto a todas las formas de vida y propone sociedades socialmente justas y ecológicamente equilibradas (Tello y Pardo, 1996).

Las líneas de acción de la educación ambiental  son muy diversas: Se asume que deben propiciar estrategias preventivas y reorientar patrones de consumo, así como promover la corresponsabilidad y la participación social,  proponiendo la formación de individuos capaces de modificar sus sistemas de valores que a su vez se inserten en un sistema de relaciones mas solidarias, cooperativas, autónomas y equitativas (Guillen, 1996).

Dentro de la educación ambiental se reconocen dos tipos; La educación formal, la cual se desarrolla en ámbitos escolares, y la educación no formal, la cual desarrollan organizaciones no gubernamentales, grupos ecologistas, los niveles de gobierno y comunidades autónomas (Novo, 1996).

En la educación no formal existen espacios que no deben ser desatendidos como es el diseño curricular y la formación y actualización docente, realizando una mayor oferta educativa en los niveles medio superior y superior (Guillen, 1996). En la educación no formal resulta fundamental la caracterización de los diversos aspectos recreativos y culturales, el uso de los medios de comunicación, fomento de la participación social y vincular entre los programas de trabajo de las organizaciones no gubernamentales (Guillen, 1996).

Para llevar acabo una aplicación satisfactoria de los principios y acciones de la educación ambiental, es necesario formar especialistas en este rubro educativo, que sean capaces de despertar el interés en los diferentes niveles educativos y sectores sociales, además de fortalecer y crear un curriculum extenso en tiempo y contenido en educación ambiental, todo esto es un compromiso que el estado y las instituciones educativas deben asumir. Además el estado tiene la obligación de vincular la investigación con la difusión de los problemas ambientales  y sus soluciones, para mantener a la sociedad informada y por supuesto crear mecanismos que permitan un crecimiento económico y desarrollo social. 

 

BIBLIOGRAFIA

Guillen, C. F. (1996). Educación, medio ambiente y desarrollo sostenible. Revista iberoamericana de educación  11:103-110

 Novo, M. (1996). La educación ambiental formal y no formal: dos sistemas complementarios. Revista iberoamericana de educación  11:75-102

 Tello, B. y Pardo A. (1996). Presencia de la educación ambiental en el nivel medio de enseñanza de los paises iberoamericanos. Revista iberoamericana de educación 11:113-151

 UNESCO/PNUMA (1987). Elementos para una estrategia internacional  de acción en materia de Educación y formación ambientales para el decenio de 1990. Unesco. París.

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