viernes, 28 de noviembre de 2008

CONSIDERACIONES SOBRE LOS ASPECTOS PSICOPEDAGÓGICOS DE LA DOCENCIA, EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE Y SU FUNCIÓN SOCIAL

.

 Por Ricardo Martínez Molina

 

ASPECTOS PSICOPEDAGÓGICOS.

 

Abordar los Aspectos Psicopedagógicos de la Docencia implica reflexionar sobre múltiples situaciones e influencias, que abarcan todo el espectro del Proceso Educativo, resultando un reto formidable pero ciertamente apasionante y educador, es decir constructivo, conceptual, asociacionista, ilustrativo y transformador.

 

Empezare a considerar el entorno social sus dinámicas y valores, las corrientes del pensamiento imperantes, sus usos y costumbres, es decir su cultura, y de igual manera la familia; dando como resultado una interacción de aspectos que generan diversas circunstancias, combinaciones y permutaciones que atravesadas por el tiempo, dan como resultado múltiples dimensiones, en las que sin embargo subyacen factores generales que se vinculan y correlacionan para dar sustento a un andamiaje estructural común, en la que los aspectos individuales y las circunstancias familiares son determinantes para coadyuvar a su ascensión y beneficios, o a su incapacidad para aprovecharlo, o para su contemplación e incluso para su desprecio.

 

No pretendo hacer una taxonomía de todos y cada uno de los aspectos que interactúan en la noble tarea de la Docencia o del proceso de Enseñanza –Aprendizaje, si, considerar aspectos significativos y generales que den cuenta del proceso y poner en perspectiva, dinámicas, componentes, articulaciones, dislocaciones y distorsiones, para avizorar un futuro más general que respete las individualidades sin menoscabo, pero también su inserción en la sociedad y den por resultado nuevas formas de pensar, sentir y en consecuencia de actuar social e individualmente, acercándonos a la sociedad de lo justo para cada quien y del respeto irrestricto.

 

Es el Aprendizaje, el concepto que articula otros componentes como las  habilidades, la información, los hábitos, las conductas, las actitudes,  que relacionadas y conectadas propician la comprensión y el aprendizaje conceptual, que es capaz de adaptarse, reestructurarse y ser por tanto versátil y flexible sin perder su fundamento y esencia.

 

Debe haber un ambiente propicio que genere estimulación en el alumno, para educarse y aprender, no como una recompensa inmediata, o como una moneda de cambio en lo social, sino como una oportunidad histórica de cincelar su futuro y conocer para entender, generar sentido de pertenencia, para ser útil y poder transformar, trastocar el "status quo", darle sentido y rumbo a su existencia dentro de su código de conducta.

 

Este ambiente es el resultado de la interacción continua y permanente en donde hay consonancia, reciprocidad, correspondencia y en consecuencia una cierta simbiosis en el triangulo del proceso educativo, cuyos vértices son: La sociedad, La familia y El individuo. Los lazos indisolubles de este triangulo del conocimiento son los afectos que generan compromisos, o animadversiones y en esa escala se formula la ideología, que es lo más fuerte en el ser humano y que lo acompañara salvo excepciones el resto de su vida.

Alguien podría aducir que en ambientes poco propicios o totalmente adversos, se han construido conceptos ideológicos que han formado personas inteligentes y destacadas en algún campo profesional, sí, esto es cierto en lo individual pero no en lo estadístico y seguramente tampoco en la integralidad de la persona, no se confunda la inteligencia que es democrática afortunadamente, con el dínamo que es la ideología e intrínsecamente los valores y por tanto la visión amplia del futuro y no solo la inmediatez o la utilidad práctica, sin el conocimiento universal de las saberes y sentimientos.

Para comprender la estructura con la que nos enfrentamos a la sociedad y al proceso de enseñanza-aprendizaje es necesario considerar los factores que nos dan las características generales que esgrimimos en todo momento y por supuesto en el proceso; estas son en mí consideración las siguientes:

a).- El momento de la concepción.

b).-La carga genética.

c).-El desarrollo intrauterino.

d).-El momento del alumbramiento.

e).-Las primeras experiencias y afectos, cuya influencia es inversamente proporcional al tiempo, es decir mayor influencia en el menor tiempo de vida o más cerca del nacimiento.

 

Este bagaje, imbricación de genética, afectos y racionalidad es lo que nos da la oportunidad de interactuar con el medio circundante, crear en el imaginario las hipótesis, interiorizar nuestros aprendizajes y buscar respuestas dentro de nuestra lógica, así generando aprendizajes y estructuras mentales en las que caben o se acomodan de alguna forma los sucesos y acontecimientos, dando lugar a teorías y estableciendo carriles del conocimiento, capaces de avizorar el futuro con un cierto grado de certidumbre y su complemento, suponer situaciones hipotéticas es decir simulaciones, colegir y concitar elementos, y datos aparentemente inconexos para generar información, considerando a esta como el conjunto de ellos ordenados bajo un contexto, orientados por un objeto e hipótesis de manera que resulte expedita, confiable, suficiente en calidad y en cantidad, para  sus temas de interés.

 

PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

 

Para el proceso enseñanza-aprendizaje se hace necesario considerar varios factores que están presentes e influyen de manera importante en el proceso, que no se puede separar porque forman un binomio indisoluble y correspondiente, ya que a medida que se enseña se aprende y a medida que se aprende, consciente o inconscientemente también se modifica el sujeto que nos está enseñando, y por lo tanto el también está aprendiendo, en consecuencia le estamos enseñando, de todos aprendemos, de unos que sí hacer y de otros que no hacer.

 

Los factores a considerar son la confianza, lo que implica un proceso de  comunicación, en donde las palabras, su tonalidad, el contexto, la intencionalidad conceptual, el leguaje corporal son decisivos.

 

El dominio del tema, por parte del maestro, su lenguaje y dicción, para abordar el objeto del mismo, sus analogías y símiles con la realidad, los procesos hipotéticos que envuelven y articulan la realidad del aprendiz, sea esta tangible o conceptual.

 

La manera de conectar la información con las practicas cotidianas a escala o a nivel profesional, donde la naturalidad de lo simple permita sentir la estructura  fundamental del conocimiento, para después nuclear, sobre ella los aspectos periféricos que acaban por construir y constituir todo el aprendizaje y los saberes, que estos últimos se diferencian porque los saberes es la parte inferencial, sustento del futuro, de la versatilidad  y de la construcción, en tanto que el aprendizaje es más descriptivo, pero no menos importante ya que es la base de la construcción de los saberes, son por tanto componentes vitales del proceso general.

 

Que haya una intencionalidad por trascender cada quién, en su ámbito de responsabilidad o competencia, lo que adjunta un interés genuino de las partes.

 

Que exista una visión amplia del futuro, que permeé la factibilidad de su utilización, lo que genera interés, confianza y sentido de pertenencia.

 

Que haya claridad meridiana de que al aprendizaje y la enseñanza son atributos que nos robustecen, que trascienden el espacio y el tiempo, siendo el activo principal que hemos de esgrimir en diferentes circunstancias y que nos forman como individuo, son por tanto los rasgos distintivos de nuestra personalidad, nuestra forma de pensar, sentir y de actuar en consecuencia, porque nos estamos desarrollando, en una espiral ascendente de nuestra vida en los planos, social, cultural y afectivo, ampliando así nuestros espacios de libertad y está es inherente a la naturaleza humana y a la felicidad.

 

Es importante considerar que en cada sociedad, en función de su latitud,  y época genera sus formas singulares de aprendizaje en función de su estadio de desarrollo, valores y necesidades, generando ciertas funciones sociales de la educación que le son útiles para consolidar la hegemonía de la clase en el poder.

 

El proceso enseñanza-aprendizaje que genera la educación, es el componente principal que permea todas las acciones de las actividades y concepciones humanas, construye paradigmas que conducen o son referentes de la forma de actuar de los pueblos y en correspondencia se generan políticas públicas que a su vez mantienen consonancia con los comportamientos sociales generándose una resonancia del desarrollo de las sociedades.

Al proceso de enseñanza-aprendizaje y a sus aspectos psicopedagógicos los considero una potencialidad, porque permite advertir los cambios sociales y educativos de manera estructural, y  por ende genera a partir de este avizoramiento,  alternativas algunas viables, otras factibles y otras más que se deben construir con políticas públicas y con la participación de los intelectuales ,que por serlo intrínsecamente llevan una gran responsabilidad y compromiso, porque finalmente es la sociedad en sus distintas etapas, matices e intensidades las que los proveyó de ahora sus singularidades, por lo que deben retribuir los beneficios de que ahora disfrutan.

 

La estructura de un sistema basado en el conocimiento supone que el conocimiento general del dominio se expresa de manera declarativa. Este conocimiento, que podemos llamar normativo, es el que se materializa en la base de los conocimientos, pero hay otro conocimiento que también se expresa de manera declarativa: es el que se refiere a los datos concretos de un problema a resolver, y a las conclusiones intermedias y finales. Es el conocimiento factual, contenido en la base de hechos. Este conocimiento factual incluye dos tipos que son de la misma forma, aunque de distinto origen: el que está basado en observaciones, o sea, datos que al interpretarlos el sistema cobran un significado para él, convirtiéndose en información, y en conocimiento al integrarse, y el que procede de razonamientos, que podemos llamar inferencial, y que puede ser o no ser verificable por observación o experimentación, según sea el caso es decir a través de la inferencia se puede conocer y  corroborar con pesquisas y evidencias posteriores, pero no siempre es factible o al menos en un lapso de tiempo, por factores diversos como el desplazamiento al situ, la tecnología o bien en el caso de que haya un comportamiento aparentemente siempre en un sentido y creemos que conocemos la dinámica y el proceso de dicho comportamiento, pero de pronto se distorsiona con respecto a los parámetros esperados y no existe explicación factible, con las herramientas del conocimiento adquirido, querrá decir que no teníamos todo el bagaje necesario para comprender el fenómeno ni mucho menos para predecirlo, suponerlo y corregirlo.

 

Lo anterior implica un conocimiento factual, que en conclusión es el conocimiento de las interrelaciones de los componentes, de un proceso, pero que no es sustantivo ni conceptual y que solo corresponde a un modelo supuesto bajo ciertos parámetros pero que después de esos límites escapan a la comprensión y al análisis. Esto presupone que podemos tener conocimientos factuales sobre el funcionamiento de muchas cosas, como el de un automóvil, el de un ordenador o de un satélite, y eso es válido y legitimo porque sería imposible el dominio pleno, el conocimiento significativo y conceptual de todos los objetos y procesos con los cuales interactuamos, pero lo que no es válido ni legitimo es que tengamos conocimientos factuales de nuestra forma de concebir la vida, de nuestra existencia, de la cosmogonía y de nuestro devenir histórico, es decir que tenemos que tener nuestra cultura que es el yelmo con el que luchamos día a día por alcanzar lo inalcanzable, pero las quimeras son como el faro de Alejandría que alumbra, orienta y da certidumbre a nuestros anhelos. No con esto quiero decir que si se puede conocer todo y del todo, ni que no exista el principio de incertidumbre, mal haría en suponer que hay líneas rectas, absolutas y seguras de la vida o del éxito, no nada más descentrado que ello, pues no existiría la utopía que nos señala el camino del arco iris, pero que nunca alcanzamos, pero la adversidad podría quitarme el triunfo pero no la gloria de intentarlo, pero sí es menester declarar que debe de existir un vinculo fuerte y soportado multifactorialmente, con conocimientos técnicos y con afectos para construir el andamiaje de nuestra identidad y cultura que es la confluencia de todos los saberes y enseñanzas, nuestro sentido de pertenencia y nuestra individualidad en el sentido más amplio del vocablo.

 

Este andamiaje debe ser lo suficientemente fuerte para soportar los vendavales de la vida, pero flexible para sin abatirse sin descomponerse y reestructurarse para continuar en la brega de la vida y hurgar en el universo mismo para alcanzar nuestros más caros ideales.

  

Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje pueda contribuir a la transformación del país se requiere de personas e instituciones participativas, críticas y, sobretodo, autocríticas, abiertas al cambio y comprometidas con su medio social y área de influencia, que sean capaces de formar científicos, realizar investigaciones, extender la cultura y vincularse con sentido de responsabilidad social, así como transferir los conocimientos a situaciones especificas, desarrollar la creatividad y fomentar la iniciativa para proponer innovaciones que contribuyan a dar respuesta oportuna a los problemas y necesidades de su entorno social en las diversas áreas del conocimiento y replantear los procesos de generación y transmisión del saber en función de los nuevos requerimientos que demandan el Michoacán y el México de hoy.

 

FUNCIÓN SOCIAL.

 

Toda institución social cumple la tarea de satisfacer ciertas necesidades de los individuos. La educación, como institución social, también realiza importantes y múltiples funciones, a través de las cuales proporciona unidad, madurez, cohesión, tanto al grupo en general como a sus miembros en particular. Hay toda una serie de finalidades sociales de la educación que, más allá de sus fines meramente formales y a menudo en consonancia u oposición con los mismos, son inherentes a la misma.

La sociedad trata de reproducirse y de perpetuar su identidad a lo largo del tiempo. Esto lo consigue transmitiendo a las nuevas generaciones todo el patrimonio cultural acumulado por las generaciones anteriores. En este sentido la sociedad es conservadora y procura mantener sus tradiciones, usos y costumbres. La educación es uno de los principales medios para formar ciudadanos que encajen con los moldes socialmente preestablecidos con esquemas mentales que correspondan a la continuidad social.

 

Pero la sociedad como un ser vivo y multifacético necesita al mismo tiempo introducir nuevas variantes y perspectivas, capaces de renovar viejas estructuras y asegurar su supervivencia y progreso. La educación contribuye también a fomentar el espíritu crítico y la creatividad de los individuos, a promover y preparar el terreno para el cambio social, pero siempre es deseo de la clase en el poder que éste sea paulatino, para poder adaptarse sin perder sus privilegios.

No obstante, se duda que las instituciones educativas y dado el carácter conservador de la mismas, puedan llevar a cabo el carácter innovador y progresista de la sociedad. Es posible, que la escuela intente preparar a los individuos para los retos sociales del futuro, pero con escaso éxito y muy lejos de los objetivos que pretenden alcanzar los idealistas de la educación.

La educación, a través de procedimientos selectivos, puede establecer diferencias entre unos y otros individuos y conferirles características y atributos sociales diferentes, dado que la escuela tiene un papel activo en la perpetuación de las desigualdades sociales, en la medida que el sistema escolar enseña y propaga la cultura de las clases dominantes, y hace diferencias entre escuelas "normales" y las de "calidad" que son apoyadas por la propaganda de los empresarios a los cuales atienden preferencialmente.

La educación debe observar a los intereses del individuo pero también, al unisonó, a las conveniencias de la sociedad, ha de promocionar supuestamente a las capas inferiores de la sociedad, que permite construir el discurso de la democracia acordes al principio de igualdad de oportunidades, aun que verdadera y legítimamente si le corresponde a la educación, ser uno de los principales instrumentos que permitan la igualación de los diversos sectores sociales.

El desarrollo económico y social de un país depende en gran medida del nivel educativo y cultural del mismo. Así , la escuela al elevar el nivel cultural de los individuos aumenta también sus capacidades y, sobre todo, les otorga una base para la cualificación profesional, imprescindible para el desarrollo; no es gratuito que los países que tienen un alto o bajo nivel de desarrollo socio-económico tienen también un alto o bajo nivel educativo.

Es interesante considerar que cada una de las teorías educativas incide en una parte o segmento de la sociedad que tiene el carácter reproductor de esa educación, y de esa función social, pero es innegable que ésta sea su único carácter, incluso en el proceso dialectico se generan contradicciones ya que al cumplirse la función histórica de esa función social, emerge otra nueva que la desplaza y que se adapta a las nuevas necesidades y expectativas sociales. Y coexisten todas las concepciones así como todas las funciones sociales de la educación, aun que unas sean más preponderantes que otras, en ciertas épocas y condiciones.

La educación debe verse como la oportunidad histórica de cada individuo para construir sus propias concepciones de la vida, que blandirá en su desarrollo existencial y que compartirá formal o coloquialmente con sus congéneres, fundamentalmente con su familia e hijos,  debe comprender que la educación y las ideas son la forma más segura de transformar al Estado y el estado de cosas, sin embargo deberá desmitifícalas y darles su justa dimensión, así como estar plenamente consciente que es un camino largo y sinuoso pero seguro, porque al final todos los subsistemas que coexisten y constituyen el gran sistema se acomodaran y tenderán a igualarse.

 

Las políticas públicas deben de orientarse para que verdaderamente se generen condiciones de igualdad de oportunidades, estableciendo mecanismos que permitan realizar acciones afirmativas, que propicien la "equidad" entendida esta como elementos compensatorios en el proceso educativo, y que subsanen de sí las desventajas sociales, que las dislocaciones propias de las interrelaciones de los procesos productivos y de los papeles sociales generan.

 

Es menester que se difunda y entienda que la instrucción o el conocimiento adquirido en el proceso educativo, es el activo más importante individual y socialmente que conlleva una gran responsabilidad,  que es un elemento de desarrollo social, al servicio de la comunidad y que debe generar un bienestar, pero no es ni debe ser más un instrumento de sometimiento, ni de sujeción a los intereses de las fracciones dominantes, y debe quedar claro que permitirá elevar la calidad de vida, dando así la oportunidad a que las nuevas generaciones accedan a sociedades más justas, igualitarias y democráticas, por lo que se propone como el camino seguro para hacer realidad los más caros anhelos de la humanidad.

 

Es imperativo que se asimile que aún cuando la educación genera  esperanza de equidad y de movilidad social, así como una labor otrora, decisiva en la estratificación, asignación de puestos y reconocimiento en la escala social, esto No es el fin del proceso educativo sino un efecto colateral y que actualmente está "ideología" urdida por las fracciones sociales del continuismo, ya no responden  del todo a la realidad actual de las sociedades modernas, a pesar de que las sociedades desarrolladas han invertido en educación, ciencia, tecnología y arte. Al menos ahora ya no existe seguridad absoluta de que así sea, por lo que propongo el deber del Estado de informar y "educar" a los estudiantes de este estado de cosas, como parte del proceso educativo.

 

A pesar de todos los avatares de la Educación y de las complejidades del Proceso Educativo, es el componente más importante para cohesionar y articular a la sociedad, darle funcionalidad y al mismo tiempo, compensar, amortiguar y disminuir las desigualdades y dislocaciones sociales, rectificando las distorsiones que se generan por los medios de producción y por los distintos papeles que las diversas fracciones sociales generan al interactuar.

 

La educación así entendida conlleva esperanza genuina y legitima, y paradójicamente aunque consolida el "estatus quo" genera la simiente de la transformación profunda y permanente, siempre en una consonancia con el desarrollo y con el devenir histórico.

 

Por lo que es la alternativa viable y segura para el desarrollo y avance en orden cultural, científico, tecnológico, democrático, de salud y de bienestar social en general, hasta alcanzar la completes del género humano y la excelsitud de su espíritu.

 

Lo anterior es el gran compromiso, responsabilidad y oportunidad histórica de hacer en nuestro ámbito de competencia, con denuedo, ahincó, tesón, decisión y carácter el mayor y mejor esfuerzo para consolidar a la educación y a sus procesos como el más seguro camino, para transitar a la justicia y libertad, que son inherentes a la naturaleza humana y por ende a la felicidad, esa es la verdadera misión y objeto de la educación.

 

No hay comentarios: